Bitácora de Viaje
Nuestro mes en Argentina fue movidito sobretodo para quienes tuvieron que perseguirme para que no me comiera las hojas de los árboles, agarrara la rejilla y no me cayera al piso. Lo que pasa es que el calor me ayudó para gatear a lo loco, aprender a aplaudir, escupir, decir chau con mi manito, a estornudar, gritar y decir tetetete sin parar. Otro gran momento fueron las tardes acuaticas en casa de los abuelos.
También llegó Papá Noel con mi Oso Tete y otros regalitos que Mamá me ayudo a abrir, paseamos por el Tigre, Palermo, Caminito, San Telmo
Mi Papá también disfrutó de sus hermanas.....se preguntan por qué el babero???? Primero porque me quiere mucho y segundo porque tiene un Ñandu!!!! De chiquito ya soy fan número uno de las llantas de mi abuelo!